En la educación, nunca “Tres son multitud”
Se necesita una tribu entera para educar a un niño o a una niña.
Nadie puede rebatir la afirmación de que: somos seres sociales. Desde que nacemos necesitamos a los otros para sobrevivir, aislados nos moriríamos y no hay mas.
Nos encontramos en un momento social donde la cultura digital es la base de las relaciones sociales, pero… ¿eso es malo?, depende del enfoque que le demos o mejor dicho, depende del enfoque que como docentes, les mostremos a nuestros adolescentes.
Que nos encontramos inmersos en una sociedad dominada por la cultura digital SÍ, pero esto no implica necesariamente que estemos alimentando el individualismo y la competitividad, implica que el papel de la tribu, de la comunidad educativa debe de ser aún mayor para que, del mismo modo que les servimos en bandeja aprendizajes basados en el conocimiento de las matemáticas, de las ciencias, de la literatura, puedan también ser guiados, orientados, para ser cada vez mas responsables y respetuosos con los demás miembros de su sociedad.
La cultura digital, solo nos ha regalado el beneficio de que nuestra tribu crezca a pasos agigantados. Nos abre el abanico a una diversidad que en ocasiones da vértigo. Pero, ¿que hacemos con este vértigo?, ¿nos tomamos una pastilla para que desaparezca?, ¿obviamos los beneficios que tiene solo por el simple hecho que no tenemos herramientas para saber manejarlo?.
La respuesta de los que formamos el equipo instigram.app, es un rotundo NO. Esta cultura digital, tiene muchos beneficios, solamente necesita, como todo, saber gestionarlos para que nos aporten y no nos resten.
Ser parte de una tribu nos genera la necesidad de ser reconocidos dentro de la misma, ese reconocimiento, ese “ser una pieza” puede estar formulado en positivo o en negativo. Puede generar bienestar, o puede generar fracaso. Genere lo que genere nos va a marcar lo que seremos en el futuro porque, si somos en gran parte lo que los otros miembros de la tribu piensan que somos.
Es tal el poder de la tribu sobre nosotros que por muchos conocimientos que nos metan con calzador no llegaremos desarrollar nuestras fortalezas si no son reconocidas por los demás.
Esta verdad verdadera ha hecho que materialicemos instigram como una “maquina” generadora de refuerzos positivos, una app que ayude a situar a cada adolescente en la pieza del puzzle donde sume, donde se sienta reconocido de manera sana, donde sienta que tiene algo que aportar a la tribu y donde pueda descubrir y trasmitir las fortalezas del resto de miembros.
Desde pequeños aprendemos jugando, pero no jugando solos, jugando con los demás, El juego es la mejor herramienta que un docente tiene para que aprendan de manera significativa, para generar climas de seguridad y confianza dentro de la tribu, para que todo tenga sentido y utilidad.
En cada etapa el juego se materializa de una manera, en infantil a través del propio cuerpo, en primaria a través de juegos cooperativos y en secundaria usando la digitalizacion.
Sintamos verdaderamente seres sociales y conozcamos el poder que tiene la palabra sobre nosotros mismos y sobre los otros, cuando este sentimiento llegue a vosotros, docente, os entrara el gusanillo de descubrir que es realmente instigram.app, o a lo mejor… ¡os ha entrado ya!