Jaume Carbonell, parafraseando al poeta de posguerra Gabriel Celaya, escribió que “la educación, al igual que la poesía, es un arma cargada de futuro”. Así pues, la educación, desde su proyección comunitaria, no solo nos hace aptos para vivir en sociedades, sino que si situamos al sujeto como protagonista activo del proceso de enseñanza-aprendizaje (educere), la educación, además, nos permite transformar realidades, en tanto en cuanto formar a personas críticas con unos principios éticos y un desarrollo moral; altamente necesario para materializar una ciudadanía proactiva.
En síntesis, la educación permanente es indispensable para una adecuada función ciudadana y construcción tanto psicológica como emocional de cada individuo en particular (Motta, 2006); pues la formación, es, por consiguiente, la defensa intelectual del potencial humano, siendo mucho más que memorizar sin proyección, repetir por condicionamiento, escribir en un examen y pasar de curso sin haber educado la mirada. Triste sería si no, pues no pierdo la fe en la calidad y, por ende, en el ejercicio del pensamiento en la construcción de lo humano.
Por ello, de la mano de Sara Carriedo Plaza (una gran docente, madre y, además, CEO de Instagram.app) os traemos un listado de libros que todo aquel que se atreva a educar debería leer una vez en su vida:
Y a los que me atrevo a añadir a Lledó, E. (2018). Sobre la educación. La necesidad de la Literatura y la vigencia de la Filosofía. Paidós.
BIBLIOGRAFÍA:
Motta, R. (2006). Complejidad, educación y transdisciplinariedad. [Documento en línea]. Disponible en: http://www.revistapolis.cl/3/motta3.pdf